La semana pasada, después de escribir el post en el que hablaba de cosas que tenemos en casa y que podemos usar para decorar la boda, y que podéis recordar aquí, publiqué esta foto en Instagram, ya que probablemente de ahí, excepto el teléfono y la lámpara, todo se vendrá conmigo a mi boda.
Fuisteis varias las que me pedisteis un tutorial del tablón con nuestras iniciales y, como yo soy tan buena, hoy os lo traigo.
Los materiales que nos harán falta para hacer este DIY, tan sencillito, son los siguientes:
– Tablón de 60×30 cm (aunque la medida es la que cada uno prefiera).
– Pintura blanca (o del color que te guste el fondo).
– Clavos de unos 5 cm.
– Hilo de croché del color elegido. En mi caso, como no podía ser de otra manera, mint.
– Vuestras iniciales bien grandotas impresas en un folio.
– Por último, un martillo o, en su defecto, algo contundente con lo que golpear los clavos.
Lo primero que hice fue recortar las letras y pegarlas en el tablón.
Lo siguiente es lo básico de este DIY, clavar los clavos por todo el perímetro de las letras. La distancia que dejé entre unos y otros clavos fue la que salió después de aplicar la tan sabia técnica del «ojímetro», es decir, donde vamos viendo.Y ahora viene lo único que realmente os servirá de este post. Atención. Suena fácil, pero poner clavos sin parar y que queden todos a la misma altura no es fácil y quedará fatal que cada uno esté a una altura diferente.
Para que esto no os pase, el truco es usar algo que haga de tope para dejar todos los clavos a la misma altura. Yo usé 3 tuercas tal y como veis en la siguiente fotografía.
Una vez hayáis terminado de poner todos los clavos, os hayáis curado las ampollas que os saldrán y os hayáis disculpado con vuestros vecinos por despertarlos de la siesta un domingo, el resultado será, más o menos, éste:
Ahora sólo queda poner el hilo. Haces un nudito en una esquita de la letra y a liar. No llevé ningún orden, fue un poco a mi libre albedrío. Está claro que cuantas más vueltas le des, más tupido quedará y por lo tanto, mejor.
El ampersand lo hice mucho tiempo después -tuve que esperar a que se me curaran las heridas, vosotras me entendéis, ¿verdad?-, y me pareció que quedaría mejor hacerlo un pelín más pequeño que las iniciales para que no fuera tan protagonista.
Y, por fin:
Una vez lo tuve acabado, me di cuenta de que el paso de recortar las letras me lo podía haber ahorrado porque, no me vais a creer, pero los clavos atraviesan papeles xD ¡sorprendente, eeh!
Como veis, éste es un DIY que, aunque lleve tiempo hacerlo, es bastante sencillo y quedará precioso para decorar algún rincón de nuestra boda.
¿Os animáis a hacerlo y a usarlo como decoración en la boda y en casa?
Jajajajaja que graciosa eres! Me descojono! Pues te ha quedado monisimo!! Aunque yo seguro que me pillo un dedo