15 Oct 2014

La boda de Alberto y Marina: El Novio

 elnovio_martinasecasa
Parece mentira, pero encontrar el traje del novio fue una de las cosas más complicadas de la boda.

Como ya pronostiqué en el primer post en el que os hablé del traje del novio, la búsqueda terminó en una tarde de compras en Sevilla, pero ni mucho menos os creáis que fue fácil.
Resulta que «Mr A» tiene unas proporciones «raras». Si a estar bueno, gustar, ser atractivo y además quedarle todo lo que se pone de maravilla, queréis llamarlo «proporciones raras», acepto, pero de ninguna otra manera aceptaré que mi señor marido no está bien formado. Os cuento.
Nuestro primer destino fue la tienda de Hugo Boss. A Alberto le molaba el rollo moderno de los trajes de la web así que estábamos convencidos de que allí estaría su atuendo bodil. Pensamos incluso que nos iba a llevar tan poco tiempo encontrarlo, que habíamos hecho planes para rellenar la tarde en tierras sevillanas.
Llegamos a la tienda «Mr A», su madre y yo y, sobre la marcha, elegimos el modelos que él traía pensado de casa y dos más.
«Pase al probador».
«Uy, pues parece que este me queda pequeño de aquí. Uy, pero de esta otra parte me va genial». Estoy mintiendo, Alberto nunca diría «genial».
Conclusión: «Mr A» tiene dos tallas más de pantalón que de chaqueta y en Hugo Boss no pueden desemparejar trajes. Ni pagando oigan. Que una siempre ha creído que yendo con dinero por delante las cosas son más sencillas y resulta que no. Pues esto sí que fue una sorpresa. Para ser justos, en los modelos básicos, sí que aceptaban este tipo de cambios, pero en los «especiales» por llamarlos de algún modo, no. La única solución que nos daban era comprar dos trajes -¡toma ya! qué gran solución-. Recuerdo perfectamente la carilla de resignación de Alberto porque en realidad, tanto el pantalón como la chaqueta le quedaban perfectos, no había que hacerles más que cortarle un poco el bajo y ya. Pero no eran la misma talla.
Nuestro gozo en un pozo y cambio de tienda.
Tuvimos el mismo problema en cada una de las tiendas en las que entramos -Purificación García, Calvin Klein, Roberto Verino…- ¡¡todas!! Y nuestra indignación y desesperación iba creciendo. No nos podíamos creer que con el cuerpazo que tiene «Mr A» no iba a haber un traje para él.
Os preguntaréis dónde se había comprado anteriormente los trajes «Mr A», duda que a mí misma me surgió aquel día. Fácil: Zara, Mango, Massimo Dutti y este tipo de tiendas sí aceptan este tipo de cambios. Pero claro, estos trajes no eran exactamente lo que buscábamos.
Finalmente desistimos en la búsqueda porque el cansancio nos pudo y el calor sevillano tampoco ayudaba y fuimos a lo seguro: Alberto se hizo su traje a medida en una sastrería Sevillana de cuyo nombre ni recuerdo pero que hizo justo lo que él tenía pensado. Traje gris claro, sencillo, sin florituras, con botones normales, cuello normal y corte estrecho, moderno.
Fuimos a recogerlo 5 semanas después y el resultado, «nunca jamás vi un novio más guapo, elegante y sencillo en mi vida» pero yo soy su mujer y podría pecar de falta de objetivisdad, así que… ¡juzguen ustedes! El look lo completó con pajarita de rayas azul marino y rosa raspberry y camisa blanca.

Y esta es la historia del traje del novio. Seguro que a más de uno le pasa como a «Mr A» que tiene ese cuerpo tan desproporcionado que nos encanta… La solución es sencilla y no os creáis que mucho más cara que un traje normal.

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