10 Mar 2014

La primera despedida de «Mr A»

Este fin de semana ha sido la primera despedida de soltero de «Mr A».

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Desde que decidí decidimos que nos casábamos, «Mr A» fantasea con sus despedidas. Ya, sé que lo habitual es que los novios tengan una sola despedida, pero en este caso, «Mr A» tiene dos grupos de amigos que podríamos decir que son totalmente independientes, ni se conocen.

Los de este fin de semana, son sus amigos del verano. Se conocieron cuando eran unos renacuajos en la urbanización de la playa donde veranean. Entre ellos hay un vínculo especial, son un grupo súper hermético, aunque a mí me han acogido casi como a una más. Y digo casi porque, aunque me tratan como a una más -sin el casi-, nunca dejaré de ser una consorte de Los Álamos -así es como se llama la urbanización-.

A lo que iba, el viernes, mientras estábamos tomándonos una cervecita al sol -que estaba el día como para no quedarse en casa-, aparecieron, por sorpresa, dos de ellos a secuestrarlo, ¡SOCORRO!

Ya habíamos hecho planes para irnos el finde al pueblito, pero… en cuanto los vimos aparecer, supimos que a «Mr A» le esperaban dos días un poco más moviditos.

Tras el impacto inicial que supuso encontrarlos ahí preparados para el secuestro, subimos a casa para que «Mr A» cogiera, únicamente, su cepillo de dientes. Y es que estos chicos son la mar de considerados, ¿te imaginas pasar todo un fin de semana sin cepillo de dientes? Sin cambiarte de ropa, sin poder ducharte ni dormir en una cama normal, sin móvil y sin cartera, no, pero el cepillo de dientes.. eso que no falte jejeje.

Lo disfrazaron de Escocés, tal y como se viste un escocés -no creo que haga falta dar más explicaciones, ¿no?-. En la camisa, escribieron la fecha de la boda y una mano negra, por delante, y por detrás «La gran Albertada» y le dieron una botella de anís para que fuera calentando, que es tradición en sus despedidas.

Otra de las peculiares tradiciones que hay en esta pandilla, es pelar al novio y, de ahí, que organicen las despedidas con tantísima antelación. Al menos dejan tiempo para que el novio recupere su aspecto habitual, ¡¡todo un detalle!! «Mr A» suele ir con el pelo rapado, pero desde que informó de que nos casábamos, se lo ha dejado crecer para que no se les ocurriera cortar -o depilar- otras zonas de su cuerpo.

Además de esto, castigan al novio con todo tipo de putadas / trastadas. Se han pasado el fin de semana mandándome imágenes por Whatsapp de mi chico sufriendo sus castigos, pero es que, «Mr A» se lo tiene bien merecido, porque él ha sido cabecilla de las perrerías que se les han hecho a los anteriores novios. Aún así, él disfrutó muchísimo.

El sábado por la mañana me dieron un toque al móvil. Era uno de sus amigos. Me pareció muy raro así que llamé. Sospeché que podía ser «Mr A», ya que durante la despedida, tiene totalmente prohibido la comunicación con el exterior de la casa -al más puro estilo Gran Hermano-, pero siempre idean planes para poder decir, al menos, que están bien. Devolví la llamada, y efectivamente lo descolgó «Mr A», quien dijo susurrando «soy yo cariño» y acto seguido, se escucharon una serie de ruidos, y se colgó. FIN. Si esto no es un secuestro, que baje Manuel Mota y lo vea. Faltó sólo la foto con el periódico del día.

Pero no todo iba a ser sufrir. Disfrutaron de un fin de semana en el campo, fueron a coger gurumelos, que para quien no lo sepa, es una seta autóctona de Huelva -lástima que sólo encontraran uno, que, para los 13 que eran, supo a poco en el exquisito arroz que hicieron para comer- y contaron mil y una batallitas típicas de los grupos de amigos que maduran juntos. Además de muchas risas y buenos momentos que estoy segura «Mr A» recordará para siempre, fueron a tirarse en tirolina por encima del río Guadiana, con unas vistas espectaculares, cruzando hasta Portugal. Afortunadamente, alguien lo cazó en plena hazaña, con su traje de escocés incluido. Sólo de imaginarlo se me escapa una risilla. La vuelta, después de la tirolina, la hicieron dando un idílico paseo en barco.

Ayer por la tarde, «Mr A» llegó a casa, y ¡¡ni os imagináis las pintas que traía, parecía que venía de la guerra!! Llevaba la cabeza mitad rapada, mitad no. Con cresta, círculos y otras formas geométricas, ¡¡tremendo!!

Por supuesto, terminó de raparse la cabeza y de nuevo vuelve a estar tan guapo como siempre -o más-.

Yo por mi parte, quedé encantada al ver que lo secuestraban. Me esperaba un fin de semana de sofá, manta y mando de la tele, sin pensar en nada. O igual haría algún que otro DIY para la boda para así ir adelantando cosas. Pero qué ingenua soy… Finalmente salí viernes, sábado y domingo, y no disfruté nada de mi sofá. Pero es que, con el tiempo que ha hecho, ¿quién se resiste a salir a la calle?

Y a vosotros, ¿con qué os sorprendieron vuestros amigos en la despedida de soltero?

Comentarios ( 1 )
  • detrasdeunaboda p:

    Yo soy fan de los amigos de Mr. A. (de él ya lo era!)
    El momento llamada «soy yo cariño» me ha matado… que bueno!!!!
    Yo siempre digo que no sé que tienen los amigos de veraneo que para estas cosas son los más brutos/los más mejores…!

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