05 Mar 2014

La primera prueba del vestido

Hoy vengo contenta pero, ¿cómo no voy a estarlo si ayer me puse mi vestido de novia?

Efectivamente, hoy toca un nuevo capítulo en mi diario de #labodadeAM, ya que ayer tuve la primera prueba de mi vestido de novia. Cuando faltan 108 días -según Bodas.net-,  me puse por primera vez, el que será el vestido más especial de mi vida.


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Tenía cita a las 17:30 y llevaba todo el día con un gusanillo nervioso en el estómago como cuando prometen a un niño que lo llevarán a cenar al McDonalds, y, exactamente igual que cuando fuimos en busca de mi vestido perfecto, mi madre, yo y mi mejor lencería -la compra de la ropa interior de la novia aún está en tareas pendientes-, llegamos puntualmente al taller. Acabo de escribir «llegar al taller» y me da la sensación de que fui más a cambiar neumáticos que a estrechar cintura….

María es la señora que hará que mi vestido me quede como un guante y de ella, por ahora, sólo puedo decir que habla mucho. Mucho no, muchísisisisisisissimo -y me faltan síes-. Madre mía lo que habla María.

Para ser justos, también diré que María que se ve que es todo bondad, un encanto de mujer, y que parece que sabe bien lo que se hace. Lleva 25 años cosiendo vestidos de novia.

«Pues venga niña, vete poniendo el vestido, ¿me salgo para que te cambies?» «No, no, María!» y ese fue mi error, porque ¿qué creéis que me dice María? Ni corta ni perezosa suelta un, «qué sequita estás de pecho, pero de culo vas bien despachá».

¡Tomayá’! No llevaba ni 10 minutos allí y ya me habían llamado plana y culogordo xD

Me puse el vestido y…. ¡wop! ¡¡qué sensación!! qué preciosidad, qué telas más impresionantes y, aunque esté feo decirlo, ¡¡cómo me favorece!! Fue un sentimiento extraño, nuevo… pero muy muy bonito. Definitivamente es el vestido perfecto para mí.

Si estáis esperando al momento lagrimilla, siento decepcionaros, pero no lo hubo. Ni hoy, ni el día de la elección del vestido. En mi familia no somos de emocionarnos por estas cosas y, si alguien lo hace, procura hacerlo en secreto, a escondidas. ¡Qué le vamos a hacer!

A María no parecía gustarle demasiado el vestido, ni los zapatos siquiera, porque un «¿pero esos son los que llevarás en la boda o es que aún no los has comprado?» lo dice todo. Me pareció interesante sentir que no a todo el mundo le puede gustar mi vestido, y me sirvió para reafirmarme en lo que yo creía que pasaría; me da exactamente igual, porque a mí, me encanta. Todo. El vestido, el corte, el volumen, el escote, el tejido, los zapatos… Es exactamente el look de novia que había imaginado desde hace años para mí.

Me quedaba bastante ancho así que unas alfileres por aquí, otras por allá, un «camina como yendo hacia el altar» a saber eso cómo se hace eso, que no me ha casado nunca, y… ¡¡perfecto!!

Salí de allí risueña, alegre, como encantada de la vida. Y es que, si no sentís eso cuando os ponéis vuestro vestido, raro. Aunque también os digo que el vestido no lo es todo, es más, no es nada. Para mí, es de las partes menos importantes de la boda. Pero oye, que si es precioso y encima gusta, pues mejor.

La próxima vez que me lo ponga, no faltará nada para la boda, y espero que no haya que retocarlo mucho, y si hay que hacerlo, sea porque me queda ancho de caderas -aunque lo dudo-.

Y vosotras, ¿cómo os sentisteis al poneros vuestro vestido?

Comentarios ( 5 )
  • Anonymous p:

    ¿Al final es un Yolancris? Cuenta, cuenta!

    Marta Bravo

    • Martina p:

      Uy Marta, esos es mucho preguntar, que por aquí hay demasiados ojos!!! jejejeje
      El 21 de junio lo sabremos 😉

    • Anonymous p:

      ¡Martina me encanta tu blog!
      Yo me caso el 24 de mayo y cuando tuve mi primera prueba de vestido también salí súper contenta.
      Seguro que estas espectacular con el vestido y lo importante es que te guste a ti y te sientas cómoda llevándolo.
      Besos, Gema.

  • María Bro Bor p:

    Yo fui a probarme un Yolancris, pero las dependientas me trataron tan mal que, al final me decanté por otro vestido, hecho a medida. Una mexcla de algunos que vi y que me hicieron pensar en que me gustaba solo una parte de ellos.
    Pero el vestido es como el novio, si no te hace sentir «eso», no es el tuyo, jajajaja.
    Deseando verte, guapísima, que te he conocido hoy y estoy impaciente por ver más entradas de tu blog.

    • Martina p:

      A mí me pasó lo mismo en Pronovias. Me presionaron tanto que acabé odiando a la dependienta y no quise ni volver a ver la nueva colección.

      Muchísimas gracias por seguirme!!!!! No sabes la ilusión que me ha hecho ver tantísimos comentarios tuyos!!

      Un besote María!!

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