Hoy no tenía pensado pasar por aquí. Perdonadme, pero es que la Navidad no es mi fuerte, y me parecía que leer mis penas navideñas no podía interesarle a nadie, y mucho menos a mí escribirlas.
Pero después me dije «¡vaya si eres saboría’!» y claro, ¿saboría’ yo? ¡Ni hablar!
Y tras esta conversación que tuve conmigo misma, aquí me hallo, dispuesta a poner mi mejor sonrisa y a enviaros mis mejores deseos para el próximo año. Así que chicos y chicas, disfrutad mucho de la familia, de los amigos y de las cosas buenas que nos quedan, ¡¡que son muchas!!
Besetes, Martina.