21 Feb 2014

La boda de «Mr A» y Martina: La apertura del expediente

Estamos a 21 y, como cada 21 desde que decidimos la fecha de #labodadeAM, un mes se resta a la cuenta atrás, y sólo faltan 4 para el gran día. No os voy a mentir, ya me empiezo a poner un poco nerviosa, pero no es de eso de lo que os quería hablar hoy.

Ayer, como ya sabéis todos porque sé que me seguís y leéis con atención todo lo que publico en twitter xD, teníamos cita en el Registro Civil para la apertura del expediente matrimonial.

Éste es el segundo paso de una lista de trámites que tendréis que pasar si vuestra intención es contraer matrimonio en nuestro bendito país. En este post os contaba cual era el primer paso a dar, y el papeleo que había que recabar para presentarlos en la reunión que nosotros hemos tenido hoy.

Teníamos cita a las 9, y un pelín antes ya estábamos en la puerta del Registro «Mr A», dos de mis amigos a los que pedimos que nos acompañaran como testigos, porque yo soy más guay que nadie y me planto allí con dos en vez de uno, que es lo que marca la ley, y yo.

«Mr A», «Mr D» y «Mr J»

Os recuerdo que el testigo sólo va para dar fe de que en realidad somos pareja, y que no tiene por qué ser el mismo que será testigo el día de la boda.

A las 9:10 nos llamaron, entregamos los documentos que nos habían solicitado, y firmamos en cada hoja del «contrato».

En definitiva, lo que hemos presentado no ha sido más que:

– Documentación rellena que nos entregaron el día que solicitamos la cita.
– Certificado de empadronamiento de los contrayentes (Ayuntamiento).
– Certificado literal de nacimiento (Registro Civil).
– Fotocopia de los novios y de un testigo (preferiblemente un amigo común).

En dos meses aproximadamente nos llamarán para dar «el visto bueno» a nuestro matrimonio, que digo yo, que no veas si se lo tienen que pensar bien, ¡que ni «Mr A» necesitó tanto tiempo!

He querido poner esta foto que me hace tanta gracia porque representa a la perfección el papel que desempeñamos entre nuestros amigos; yo, la novia despiadada a la que no le importa hacer pasar a su novio por el sufrimiento de una boda con tal de cumplir su sueño de casarse, y «Mr A»,  el pobre novio indefenso y resignado, que hace lo que le diga su novia con tal de complacerla. ¡La realidad ya es otra cosa!

Y poco más os puedo contar. Espero que paséis un buen fin de semana y que lo disfrutéis al máximo.

¡¡Nos vemos el lunes monadas!!

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