No os pilla de nuevas que os diga que adoro los canotiers. Ya os hablé de ellos en esta entrada, en la que pedía a mis invitadas que se saltaran el protocolo y asistieran a nuestra boda con este precioso complemento. Finalmente, sólo nuestra fotógrafa, Toñi, se calzó su canotiers, y os puedo garantizar que fue más que divina.

Pero bueno, hoy quería ir un poco más allá con esto de los canotiers y no quedarme únicamente en las invitadas. Hoy me gustaría hablaros de novias con personalidad, novias que llevan Canotiers.

Durante algún tiempo, dudé si usar canotiers el día de nuestra boda porque lo cierto es que me encantaba, y fantaseaba con la idea de ser una novia diferente. Había visto cantidad de imágenes de novias con canotiers y todas ellas me fascinaban, pero, cuando fue el momento de elegir el complemento para «mi algo para la cabeza», no pude resistirme a la corona de flores.

Un tiempo después, tuve la inmensa suerte de que desde De Color Lavanda me regalaran un magnífico canotiers de novia. Y aquí vino el dilema; tenía mi corona, que me encantaba, pero también tenía el canotiers. Solución, usar ambas cosas. Eso fue lo que decidí en un primer momento, pero llegó la boda y lo cierto es que ni me acordé de cambiarme, ni nadie me lo recordó. La fiesta me pudo.

Un mes después de la boda, cuando nos hicimos el reportaje postboda, no quise renunciar a tener unas instantáneas con este precioso complemento. Y mirad lo estupenda que quedaron. El canotiers le da un toque vintage, bucólico y poético a las novias que me encanta.

Pero, no nos quedemos en lo básico, en lo evidente. Lo lógico sería que el canotiers lo llevara, en todo caso, una novia, pero ¿y un novio? ¿quién dijo miedo? Ahí tenéis a «Mr A» canotiers en cabeza y ¡¡tan a gusto!!

Bromas a un lado, ¿os animáis a dar un toque de originalidad a vuestro look de novia con un canotiers? Yo, desde mi huequito en la red, os animo a ello. Y, si ya de pas me mandáis vuestras fotos, ¡¡mejor que mejor!!