22 Mar 2013

¿Dónde nos casamos?

Hay dieciocho millones de cosas -lo siento, soy andaluza y exagero- que nos pueden parecer importantes en una boda. Bueno, eso para la novia. Para el novio, esta cifra se podría reducir a 3. Pero dentro de esta cantidad de detalles a decidir, para mí, el más importante de todos es «el lugar de la boda».
Tengo una amiga que se casó en el sitio que le dio el precio más barato, otra que lo hizo en el más cercano a su casa, otra en el «típico de su pueblo», otra se casó donde le impusieron sus suegros porque tenían un conocido que les podría hacer un buen precio… al final, todos tenemos un motivo para casarnos en un sitio, y no en otro. El problema viene cuando en la lista de de cualidades para que un espacio sea del agrado de una, encontramos «demasiadas» condiciones. Y ese es mi caso. Este es un tema que se me repite en la cabeza constantemente, pero es que me niego, y he dicho bien, me niego a casarme en cualquier sitio y de cualquier manera. No soy la típica romántica que se casa por amor y sólo por estar con el hombre de su vida el resto de sus días. No. Yo YA vivo y soy feliz junto al hombre de mi vida, y si me caso es por hacer algo bonito y con lo que nosotros -y sobretodo yo- podamos disfrutar.
Pues bien, no me voy a enrollar más y os voy a contar las cualidades que debe tener un espacio para que sea apto para la celebración de nuestra boda.
– En primer lugar, y más importante, debe tener un espacio donde poder celebrar al aire libre TODA la boda.
– Debe poderse oficiar allí mismo la ceremonia.
– Debe estar en mitad del campo. Que no se vea civilización alrededor.
– Otra condición indispensable es que sólo celebre una boda ese fin de semana. Y si es la primera que se va a celebrar, mejor. Creo que los dueños de la finca pueden involucrarse más.
– También muy importante es que podamos dormir allí tanto los novios como los amigos más cercanos.
– Ha de tener una piscina para pasar el día postboda y consecuente resaca en remojo. Teniendo en cuenta mi primera condición, está claro que me tendré que casar en junio o julio así que no quiero matar de calor a ninguno de mis amigos.
– A poder ser que no se haya casado ningún conocido allí -por la innovación-.
– Me gustaría que no estuviera muy cerca de la ciudad…
Y os prometo que podría seguir, pero voy a parar porque si no, caigo en depresión y no quiero nada de eso. Ni hablar. Ya he dicho y repito que esto lo hacemos para disfrutar.
Una vez tuve hecha mi lista de condiciones indiscutibles, me puse a navegar. Y no os lo vais a creer pero, he encontrado 3 que reúnen todas y cada una de los puntos de mi lista ¡INCREIBLE! De hecho, he encontrado incluso más, pero me he centrado primero en 3, los vamos a ir a ver, y en función de lo que nos encontremos seguiremos buscando.
Además, da la casualidad, de que las tres están en el mismo pueblo, lo que me facilita mucho la tarea de ir a visitarlos.
Se trata de un pueblo que no está muy cerca de mi ciudad -cosa que me gusta mucho- pero tampoco demasiado lejos. Exactamente a 65 km. Lo de la distancia parece una tontería, pero no lo es; os cuento. El que no tenga mucho interés por estar en la boda, se irá temprano con la excusa de que tiene que coger el coche y conducir hasta casa -la carretera no es especialmente buena-. Mis amigos y familiares no tendrán ese problema porque pondré autobuses. No sé si soy muy rebuscada, pero la idea de que al final de la boda quedemos sólo los allegados, me encanta. Será la boda íntima con la que siempre soñé, pero que debido a la numerosísima familia que tengo, me es imposible tener.
Y voy al grano porque yo, lo que realmente quería desde el principio, era enseñar las fotos de las 3 fincas/casas seleccionadas.
Mi primera opción fue esta preciosa casita. Pequeña, acogedora y con muchísimos detalles. Mi madre estuvo allí alojada en una ocasión y recuerdo que no paraba de contar lo preciosa que era, y lo agradable que fueron los propietarios.


Pienso en casarme bajo este árbol y muero de amor… xD




Esta finca tiene el inconveniente, según me cuenta mi madre, que tiene partes del terreno con demasiados desniveles. Será cuestión de verlo e inspeccionarlo in-situ.
Mi segunda opción es otra casa rural que, aunque a priori no tiene tantos detalles como la primera, cuenta con un gran jardín con piscina. Os pongo fotos.






No está nada mal tampoco ¿eh? Me gusta mucho y, por lo que veo en en google maps, tiene un tremendo terreno delante de la casa que sería ideal como aparcamiento.
El tercer espacio en cuestión, es este hotelito rural que, aunque a priori no me gustó mucho(me pareció poco rural), en cuanto vi las fotos me encantó. Mirad.




Y hasta aquí os puedo contar. No podéis decir que este pueblo no es una mina. Tiene sitio realmente encantadores.
Más adelante os contaré si finalmente nos decidimos por alguno de ellos o la búsqueda continúa.
Besitos.
Martina.

Comentarios ( 8 )

Responder a Mucha finca y poca boda Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *